El Club de la Lucha

El Club de la Lucha es una película basada en un libro que expone una metáfora de cómo puede afrontar la vida una generación vacía de ideales y de sentido, sumida en la monotonía de una existencia diseñada desde el nacimiento. “No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida.” El espectador no puede más que sentirse identificado, en cierto sentido, con los ideales de Tyler, pues la sociedad que critica es la misma en la que vivimos.

Tyler se muestra en contra de una sociedad consumista en exceso, en la que “si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística”, como dice en el libro. Aunque su punto de vista es extremista, su análisis de la sociedad es absolutamente acertado. Estamos en un estado de insomnio perpetuo; automatizados a trabajar para comprar cosas que ni siquiera necesitamos. “Todo lo que posees acabará poseyéndote”, e impidiéndote afirmar la Vida en todo su esplendor. La sociedad solo te proporcionará una idea ficticia de felicidad, que lo único que conseguirá es dejarte vacío por dentro preguntándote si lo que te falta es tener más. Corroerá tus entrañas haciendo que hagas cualquier cosa por alcanzar una felicidad ilusoria, porque en última instancia no serás más que “la mierda cantante y danzante del mundo”.

Así que para zafarse de esta enredadera Tyler propone el club de la lucha como modo de regodearse en el dolor, de reírse de él y de empezar a vivir realmente. Esto genera una espiral de dolor físico sin límites, lo que nos lleva a preguntarnos si este dolor lo vencemos como humanos o si nos convertimos en una especie de dioses sin sensibilidad moral. 

Texto escrito para clase de religión